Al menos para el IDAE sí (Instituto para la Diversificación y
Ahorro de la Energía).
En Su último «Estudio sobre consumo energético del sector
residencial en España» evidenció este hecho señalando al «stand by»
como uno de los principales responsables del incremento de la factura, pues es
culpable de un 2% del consumo total, pero a diferencia de otros, no ofrece
beneficio alguno. El consumo por “stand by” es pérdida neta.
El «stand by» se lleva más porcentaje de consumo eléctrico que
enfriar nuestra casa durante los meses de verano. Una de cada doce facturas
se va íntegra a través de este consumo muerto. Y no solo debemos pensar en el
piloto rojo de la televisión (modo en espera de algunos aparatos) cuando nos
referimos a este concepto. Esta energía inútil y que tanto dinero nos supone
al cabo del año se fuga también por los cargadores, las
alargaderas y los ladrones.
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El «stand by» se lleva más porcentaje de consumo eléctrico que
enfriar nuestra casa durante los meses de verano. Una de cada doce facturas se
va íntegra a través de este consumo muerto. Y no solo debemos pensar en el
piloto rojo de la televisión (modo en espera de algunos aparatos) cuando nos
referimos a este concepto. Esta energía inútil y que tanto dinero nos supone al
cabo del año se fuga también por los cargadores, las
alargaderas y los ladrones.
Si bien un equipo en «stand by» tiene un consumo más reducido de
energía que en funcionamiento, el problema, en realidad surge, cuando se estima
el efecto acumulado que resulta de tener encendidos en modo de espera un gran
número de dispositivos que uno a uno suponen una cantidad despreciable de
energía, pero que todos juntos y durante largos periodos de tiempo suman consumos
de energía relevantes.
¿Cómo se mide?
Mediante un pequeño contador de energía que se intercala entre el aparato y
la red de suministro podemos visualizar cuanta energía gasta un determinado
electrodoméstico o dispositivo aun cuando está apagado.
Sirve también para comprobar cuanto consume un electrodoméstico durante su
funcionamiento, y nos puede ayudar a entender qué y cuanto está gastando
nuestra casa en cada momento. A partir de aquí tomaremos más fácilmente
decisiones tales como un cambio de factura, pasarnos o no a una tarifa
con discriminación horaria, etc…
Volviendo al concepto de “stand by”, gracias a este aparato podemos glosar
algún caso real:
- Un primer experimento puede consistir en apagar absolutamente todo y medir al principio de la instalación, en el cuadro general. Veremos que el consumo dista mucho de ser cero absoluto. Existen muchos consumos ocultos: La lamparita del cuarto de los niños que sólo luce en la oscuridad resulta que también gasta a plena luz del día. Y algunos electrodomésticos siguen consumiendo incluso apagados. Y el problema es que algunos electrodomésticos no los podremos apagar por diferentes razones:
o Equipos empotrados, como la vitrocerámica o en
ocasiones el microondas, cuyos indicadores luminosos permanecen encendidos.
o Equipos directamente conectados a la red. En mi
caso, la caldera es de gas, pero de arranque electrónico y directamente
conectada, sin interruptor de corte.
o
Equipos que no interesa desconectar por ser
programables, y cuya configuración se borraría tras un periodo sin
alimentación: Por ejemplo el Router Wifi o algunos reproductores antiguos de
video.
- Examinando otros aparatos nos llevamos sorpresas. Es el caso del ordenador. El ordenador y el monitor de mi casa apagados por completo, pero enchufados, siguen gastando unos 15 vatios (encendido gasta unos 130 vatios). Es decir, tener mi ordenador siempre enchufado, aunque no se encienda, equivale a dejar luciendo una lámpara en casa de forma permanente. También se puede decir que representa el 11,5% del consumo del mismo equipo en funcionamiento pero sin producir nada a cambio.
- Un cargador de teléfono móvil, por ejemplo, emplea menos de 0,4 Vatios cuando está en espera (enchufado a la red eléctrica, pero sin cargar el teléfono) y entre 3 y 5 Vatios cuando está activo, cargando la batería. El problema es que lo normal es cargar la batería durante una hora, mientras que lo mantendríamos en «stand by» las 23 horas restantes. Con un sencillo cálculo veremos que al final del día consume más en «stand by» que durante la carga del móvil.
- Comprobamos que los fluorescentes se deben mantener encendidos cuando vamos a volver a la estancia en menos de 25 segundos. Si vamos a tardar más tiempo, es falso eso que se dice de que es más barato dejar la luz encendida. Puede que así logremos alargar la vida del cebador, pero la factura se resiente. Los fluorescentes tienen un pico de gasto durante el arranque, es cierto, pero su efecto es muy relativo. Y en cualquier caso, sólo en los fluorescentes, en las bombillas halógenas y LEDs es radicalmente falso.
Otros ejemplos:
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Televisor común: 2,88 vatios (w) LCD: 1,13 w
·
Despertador 2 w
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DVD 1,55 w
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Equipo de sonido 1,66 w
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Cafetera 1,14 w
·
Horno microondas 3,08 w
¿Cómo se evita?
Para ir reduciendo el gasto real de energía, no queda más remedio
que ir desenchufando uno a uno todos los aparatos. Algunos aparatos no dejan de
gastar si no se desenchufan del todo y por eso se recomienda utilizar regletas
de enchufes con interruptor.
Hola,muy interesante tu articulo y bastante util.Quisiera hacerte una pregunta ¿cual es el consumo real de la bombilla de una alargadera de uso comun? de las que llevan la bombilla dentro del interuptor,esperando tu respuesta, gracias y un cordial saludo.
ResponderEliminarGracias.
EliminarEste tipo de alargadores suelen llevar un Led de baja potencia. Su consumo es muy pequeño, pero existe. Ronda los 100 milivatios. Esto es, gastaría 1 vatio en 10 horas, o 2,5 vatios cada día.Económicamente el gasto es ínfimo, pero es una cuestión de hábitos, casi moral. No se debe gastar lo que no reporta beneficio alguno. además, estos aparatos están pensados precisamente para cortar el suministro a los aparatos que están conectados a ellos.